La Radiofrecuencia se trabaja desde hace 75 años. Es el tratamiento más empleado para la reafirmar la piel y reducir el volumen corporal.
Es un tratamiento no invasivo, el paciente solo siente un ligero calor que convierte su sesión en un momento relajante.
Durante el proceso se genera calor interno en la dermis, lo que hace que se caliente la epidermis desde dentro y no desde fuera.
El calentamiento profundo genera efectos en 2 zonas: el tejido graso subcutáneo y la piel.
La radiofrecuencia genera ondas electromagnéticas y éstas un rápido movimiento rotacional de las moléculas de agua del tejido graso que por fricción se calienta. La temperatura conseguida depende de la cantidad de agua del tejido tratado y en general, cuanto mayor sea mejores serán los resultados. Por ello es importante beber agua días antes de la radiofrecuencia.
Este tipo de RadioFrecuencia No Ablativa (RFNA) fue certificada en 2002 como técnica eficaz para estiramiento cutáneo no quirúrgico por la Agencia Americana del Medicamento (FDA), un laboratorio médico de prestigio internacional que la impulsó definitivamente.